Capoeira RDS Villa Coapa, México

Amigos, les dejo una canción que enseñamos el viernes y que me tiene vuelto loco de lo incríblemente buena que es. Como verán, no era originalmente de capoeira, pero suena símplemente maravillosa en una roda. Ya verán la versión que estoy arreglando (con chicas del coro y todo, jajajaja). Espero que la disfruten. Con ustedes, Luis Gonzaga Jr., Gonzaguinha

Letra:

Galope - Gonzaguinha

O galope só e bom quando é a beira mar
O galope só é bom quando se pode amar
Esse mote só é bom bem livre de cantar
Falar em morte só e bom quando é pra banda de lá

É sacode a poeira
Imbalança, imbalança, imbalança, imbalança

Casa de ferreiro, espeto de pau
Quem não engole espinha nunca vai se dar mal
Quem não dança minha dança é melhor nem chegar
Se puxou do punhal tem que sangrar
Tem que sangrar tem que sangrar

É sacode a poeira
Imbalança, imbalança, imbalança, imbalança bis

Me dê um cadinho de cachaça...
Me aqueça, me aperte, me abraça...
Depressa, correndo, vem ligeiro
Me dê teu perfume, dê um cheiro
Encoste em meu peito o coração
Vamos mostrar pr´esses cabras como se dança um baião
E quem quiser aprender é melhor prestar atenção

É sacode a poeira
Imbalança, imbalança, imbalança, imbalança bis

Deixa essa criança chorar, deixa essas criança chorar
Não adianta cara feia, nem adianta se zangar
Que ela só vai para quando essa fome passar
... e doutor,uma esmola a um pobre que é são
Ou lhe mata a vergonha, ou vicia o cidadão

É sacode a poeira
Imbalança, imbalança, imbalança, imbalança...

Traducción:

El galope sólo es bueno cuando es a la orilla del mar
El galope sólo es bueno cuando se puede amar
Ese lema sólo es bueno bien libre de cantar
Hablar de muerte sólo es bueno cuando es para la banda de allá

Eh, sacude el polvo
Balancea, balancea, balancea, balancea

Casa de herrero, brocheta de palo
Quien no traga espina nunca se va a dar mal

Quien no danza mi danza es mejor ni llegar

Si jaló del puñal tiene que sangrar
Tiene que sangrar, tiene que sangrar

Dame un vasito de cachaça
Caliéntame, acércame, abrázame...
Deprisa, corriendo, viene ligero
Dame tu perfume, da un aroma
Recuesta en mi pecho el corazón
Vamos a mostrar a esas cabras como se danza un baiao
Y quien quiera aprender, es mejor prestar atención

Deja ese niño llorar, deja ese niño llorar

No ayuda cara fea, ni ayuda enojarse

Que él sólo va para cuando esa hambre pase

...y doctor, una limosna a un pobre que es, son
O le mata de verguenza, o envicia el ciudadano

...

...

Y el audio:

Creo que la letra se entiende suficientemente, aunque haya algunas cosas un poco raras para nosotros. En fin, que el coro está sencillísimo. A ver quién se la aprende para dirigirla :) Buena semana a todos!

Esta es una pequeña parte de un libro de mi escritor de minimalismo preferido, Leo Babauta (autor de Zen Habits). Después de un par de cursos de introducción, de que hicimos juntos todo lo posible por motivar a los nuevos capoeiristas a emprender este camino maravilloso, creo que viene en la hora perfecta, así que decidí darme el tiempo para hacer una traducción express (disculpen los errores que puedan haber). Espero que se den unos minutos para leerlo (el que no lee sólo puede tener futuro como candidato príista a la presidencia, y es un terrible futuro, jajaja). Muchas felicidades a todos los que terminaron el curso, ha sido un honor estar con ustedes en este proceso. Pero es sólo el inicio. Entonces les dejo estas

20 formas de mantener la motivación cuando estás batallando

     La segunda parte de la motivación es mantenerte avanzando cuando no sientes la misma emoción que cuando empezabas. Tal vez algo nuevo ha entrado en tu vida y tu objetivo anterior no es ya una prioridad en la misma medida. Tal vez te saltaste uno día o dos y ahora no logras regresar al camino. Tal vez lo arruinaste y quedaste desanimado.
     Si logras emocionarte nuevamente, y seguir avanzando, llegarás “ahí”, eventualmente. Pero si te rindes, no lo harás. Es tu elección, conseguir tu objetivo, o renunciar. Aquí está el modo de evitar renunciar, y llegar a tu objetivo:
     1. Frénate. Cuando comenzamos con un nuevo programa de ejercicio, o cualquier objetivo realmente, tenemos muchas ganas de avanzar. Estamos llenos de emoción, y nuestro entusiasmo no conoce limitaciones. Tampoco conoce nuestro sentido de auto-limitación. Pensamos que podemos hacer cualquier cosa. No pasa mucho, sin embargo, antes de que aprendamos que efectivamente tenemos limitaciones, y nuestro entusiasmo comienza a decaer. Bueno, un gran motivador cuando tienes tanta energía en el inicio de un programa, y quieres sacarlo todo: ¡contenerte! No te permitas hacer todo lo que quieras. Y planea un cuso de acción donde lentamente avances en el tiempo. Por ejemplo, si quisiera ir a corre, podría pensar que puedo correr tres millas al inicio. Pero en lugar de permitirme hacer eso, comienzo corriendo una milla. Cuando estoy corriendo esa milla, me estaré diciendo que puedo hacer más! Pero no me lo voy a permitir. Después de ese entrenamiento, estaré esperando ansiosamente el siguiente entrenamiento, en el que me permitiré hacer una milla y media. Mantengo esa energía gobernada, la mantengo sujeta, para que puede andar aún más lejos.
     2. Simplemente empieza. Hay algunos días en los que no te sentirás como para salir a correr, o para arreglar tu cartera, o cualquier cosa que se supone que hagas durante ese día para tu objetivo. Bueno, en lugar de pensar sobre cuán difícil es, y cuanto tiempo va a tomar, haz de decir a ti mismo que sólo tienes que empezar. Tengo la regla de que sólo tengo que ponerme los tenis para correr y cerrar la puerta detrás mío. Después de eso, todo fluye naturalmente. Es cuando estás sentado en tu casa, pensando sobre correr y sintiéndote cansado, que parece difícil. Una vez que comienzas, nunca es tan duro como pensaste que sería. Este consejo funciona para mí todas las veces.
     3. Mantente “registrable”. Si te comprometiste públicamente, a través de un foro en línea, un blog, por correo o en persona… mantente “registrable” a ese grupo de personas. Comprométete a reportarles a diario, o algo por el estilo, y aférrate a eso. Esa registrabilidad te ayudará a querer hacerlo bien, porque no querrás reportar que has fallado.
     4. Aplasta los pensamientos negativos y remplázalos con otros positivos. Ésta es una de las más importantes habilidades de motivación, y sugiero que lo practiques diariamente. Es importante comenzar monitoreando tus pensamientos, y reconociendo los monólogos negativos. Sólo invierte unos pocos días volviéndote consciente de cada pensamiento negativo. Entonces, después de unos cuantos días, intenta aplastar esos pensamientos negativos como a un insecto, y remplázalos con el correspondiente pensamiento positivo. Aplasta “¡Esto es demasiado difícil!” y reemplázalo con “¡Puedo hacer esto! ¡Si ese debilucho de Leo puede hacerlo, yo también puedo!” Suena trillado, pero funciona. En serio.
     5. Piensa en los beneficios. Pensar acerca de cuán difícil es algo es un gran problema para la mayoría de las personas. ¡Despertar temprano suena tan difícil´! Sólo pensar sobre eso te deja cansado. Pero en lugar de pensar sobre cuán difícil es, piensa sobre lo que obtendrás de ello. Por ejemplo, en lugar de pensar sobre cuán difícil es despertar temprano, concéntrate en cuán bien te vas a sentir cuando lo hallas logrado, y cómo tu día va a ser mucho mejor. Los beneficios de algo te ayudarán a energizarte.
     6. ¡Emociónate de nuevo! Piensa sobre por qué perdiste tu entusiasmo… entonces piensa sobre por qué estabas entusiasmado en primer lugar. ¿Puedes obtenerlo de vuelta? ¿Qué hizo que te plantearas este objetivo? ¿Qué hizo que te apasionaras por él? Intenta construir eso nuevamente, reenfócate, energízate.
     7. Lee sobre ello. Cuando pierdo la motivación, solo leo un libro o blog sobre mi objetivo. Eso me inspira y me da nuevo vigor. Por alguna razón, leer ayuda a motivarte y enfocarte en lo que sea sobre lo que estés leyendo. Así que lee sobre tu objetivo cada día, si puedes, especialmente cuando no te estés sintiendo motivado.
     8. Encuentra amigos con mentalidades semejantes. Mantenerte motivado por ti mismo es difícil. Pero si encuentras a alguien con objetivos similares (correr, hacer dieta, mejorar sus finanzas, etc.), ve si quiere asociarse contigo, acompañarte. O sé compañero de tu esposa, hermano o mejor amigo en cualquier objetivo que estén intentando conseguir. No tienen que ir detrás de los mismos objetivos, mientas ambos estén empujando y motivándose recíprocamente para conseguirlo. Otra buena opción son los grupos en tu área (yo soy parte de un club de corredores, por ejemplo) o foros en línea donde puedes encontrar personas con las que hablar sobre tus objetivos.
     9. Lee historias inspiradoras. Inspiración, para mí, viene de otros que han conseguido lo que yo quiero conseguir, o que están actualmente haciéndolo. Leo otros blogs, libros, revistas. Busco en Google por inspiración, y leo historias exitosas. Zen Habits es sólo un lugar para inspirarse, no sólo para mí sino para muchos lectores que han conseguido cosas sorprendentes. Amo, amo, amo leer historias exitosas también.
     10. Construye tu éxito. Cada pequeño paso en el camino del éxito , celebra el hecho de que siquiera empezaste! Y luego lo hiciste por dos días! Celebra cada grano de arena. Entonces toma ese sentimiento de éxito y construye sobre él con otro paso de bebé. Añade dos a tres minutos a tu rutina de ejercicio, por ejemplo. Con cada paso (y cada paso debería durar más o menos una semana), te sentirás más exitoso. Haz cada paso realmente, realmente pequeño, y no fallarás. Después de un par de meses, tus pequeños pasos se sumarán hasta un montón de progreso y un montón de éxito.
     11. Sólo avanza a través de los puntos bajos. Motivación no es una cosa constante que siempre esté ahí para ti. Viene y se va, y viene y se va de nuevo, como la marea. Pero date cuenta que aún cuando puede irse, no lo hace permanentemente. Regresará. Sólo mantente y espera por que esa motivación vuelva. Mientras tanto, lee sobre tu objetivo, pide ayuda, y haz algunas de las otras cosas enlistadas aquí hasta que tu motivación regrese.
     12. Consigue ayuda. Es difícil conseguir realizar algo solo. Cuando decidí correr mi maratón, tenía la ayuda de amigos y familia, y tuve una excelente comunidad de corredores en Guamo que me motivaron en carreras de 5 kilómetros e hicieron largas carreras conmigo. Cuando decidí dejar de fumar, me uní a un foro en línea y eso ayudó tremendamente. Y por supuesto, mi esposa, Eva, me ayudó cada paso en el camino. No podría haber alcanzado estos objetivos sin ella, o sin los otros que me apoyaron. Encuentra tu red de apoyo, sea en el mundo real o en línea, o en ambos.
     13. Registra tu avance. Esto puede ser tan sencillo como marcar una X en tu calendario o crear una hoja de cálculo sencilla, o registrar tu objetivo utilizando programas en línea. Pero puede ser sumamente gratificante mirar atrás en tu progreso y ver qué tan lejos has llegado, y puede ayudar a seguir avanzando, no quieres tener muchos días sin una X! Ahora, tendrás algunas malas marcas en tu registro. Eso está bien. No dejes que unas pocas malas marcas te detengan de continuar. Esfuérzate en lugar de eso por obtener las marcas positivas la próxima vez.
    14. Recompénsate a menudo. Por cada pequeño paso en el camino, celebra tu éxito, y date una recompensa. Ayuda escribir recompensas apropiadas para cada paso, para que puedas desear esas recompensas. Por apropiadas, quiero decir I) es apropiado a la medida del objetivo (no te recompenses ir a una carrera de una milla con un cruzero de lujo en las Bahamas); y 2) no arruina tu objetivo (si estás tratando de perder peso, no recompenses un día de comida saludable con un atasco de postre. Es autodestructivo.
     15. Ve por mini-objetivos. Algunas veces los objetivos largos o de largo plazo pueden ser abrumadores. Después de unas cuantas semanas, podemos perder motivación, porque aún tenemos muchos meses o un año o más faltante para completar el objetivo. Es difícil mantener la motivación por un sólo objetivo por tanto tiempo. Solución: Tener objetivos más pequeños a lo largo del camino.
     16. Consigue un entrenador o toma clases. Esto te motivará a al menos aparecer y actuar. Puede ser aplicado a cualquier objetivo. Ésta puede ser una de las maneras más caras de motivarte, pero funciona. Y si haces algo de investigación, puedes encontrar algunas clases económicas en tu área, o puedes saber de un amigo que puede entrenarte o aconsejarte gratis.
     17. Nunca te saltes dos días seguidos. Esta regla toma en cuenta nuestra tendencia natural a perdernos días de vez en cuando. No somos perfectos. Entonces, te perdiste un día… ahora el segundo día está en tus manos y te sientes con flojera. Dite a ti mismo, “¡No! No vas a perderte dos días seguidos!”
     18. Usa la visualización. Visualiza tu resultado exitoso con mucho detalle. Cierra tus ojos y piensa sobre exactamente cómo tu resultado exitoso se verá, se sentirá, olerá y sabrá y sonará. ¿Dónde estarás cuando consigas lo que quieres? ¿Cómo te verás? ¿Qué estarás usando? Forma una imagen mental tan clara como sea posible. Ahora está aquí la siguiente clave: Hazlo cada día. Ésta es la única manera de mantener la motivación durante un largo periodo de tiempo.
     19. Sé consciente de tus impulsos a renunciar, y supéralos. Todos tenemos impulsos a detenernos, pero son mayormente inconscientes. Una de las cosas más poderosas que puedes hacer es comenzar siendo más consciente de esos impulsos. Un buen ejercicio es pasar el día con un pequeño trozo de papel y poner una marca cada vez que tienes un impulso. Eso simplemente te vuelve más consciente de tus impulsos. Entonces, ten un plan para cuando esos impulsos golpeen, y planea para ello de antemano (y escribe tu plan, porque una vez que esos impulsos golpeen, no te sentirá como para imaginar un plan).
      20. Encuentra el placer nuevamente. Nadie puede aferrarse a algo por mucho tiempo si lo encuentran desagradable y son recompensados sólo después de meses de trabajo. Tiene que haber diversión, placer, alegría en ello, cada día, o no querrás hacerlo. Encontrar esas cosas placenteras (la belleza de ir a correr una mañana, por ejemplo, o la satisfacción de reportar a la gente que acabaste otro paso en el camino, o la delicia de una comida saludable).